Monday, July 10, 2006

Todos los dias me levanto muy temprano y abro la ventana para sentir aquel suave aroma a madrugada, el cual recorre mi cuerpo y me despierta. el viaje a aquel ironico depsertar es un tanto largo, miles de caras conocidas cruzan mi mente y un par de miradas con recelo pasan por sobre mis cabellos, al llegar a la gran maquina que me trasladara por santiago me espera unos metros mas abajo, y aquel personaje de amarillo me pide como cada dia una identificacion...¿para que? si sabe quein soy, nunca dudo de mi nombre ni de mi edad. es solo una perdida de tiempo, cruzo la pared de metal que me ruega por un voleto rojo y corro hasta auqella cuncuna azul que impaciente espera mi llegada, apenas alcanzo a entrar y la puerta se cierra frente a mis tristemente abiertos ojos que somñolientos esperan la señal para poder undirse en un corto sueño de invierno. creo ver a personas con el seño fruncido que impacientes miran el reloj y con la mirada lanzan las mas horribles exclamaciones para que la maquina porfin inicie su viaje... y parece sentirlos por que lenteamente inicia su trayecto. yo prendo mi radio y logro apollarme en un pequeño rincon para dormir un par de minutos, llegamos a estacion franklin, por algun motivo siempre el mismo señor cree ver algun lugar para subir al pobre insecto y entre empujones y garabatos logra entrar. aquellos lamentos me despertaron y logro acomodarme entre empujones y codazos injustificados. por fin, pienso, estacion parque Ohiggins pero como salgo? estoy a unos pocos pasos de la puerta pero la cantidad de gente que se posa ante ella es incontable... ocn un timido ¡permiso! logro abrirme paso entre la agitada multitud, y logro salir de aquel insecto gigante que cada dia me transporta en un viaje hacia lo desconocido...

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